23 jul 2013

Infierno particular



Gominolas 


Como a Tántalo, se le ofrecen bandejas repletas de gominolas y tabletas de chocolate negro. Pero estas sí se dejan alcanzar por sus manos ansiosas. Los dedos, en cambio, se niegan a introducirse en su garganta y provocar el vómito. Frente a ella se yergue, imperturbable, la luna de un espejo.


3 comentarios:

  1. Demasiadas lecturas nos ofreces en tan poquitas palabras. Una triste realidad.
    Besicos muchos.

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  2. Elisa, un microrrelato duro que muestra esa enfermedad tan devastadora, que por desgracia, cuando agarra a una persona es difícil que la suelte.

    ¡Menudos Dardos te has marcado! No ha habido quién te tosiera, así que ahora en la final a seguir igual. ¡Suerte!

    Abrazos.

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