1 dic 2009

De hermenéutica




La era del Rey Pelícano, anunciada por antiguas profecías, coincidió con el comienzo de su reinado. Los adivinos de la corte interpretaron que el pelícano, ave que se hería el pecho con su propio pico para alimentar a sus hijos, simbolizaba el amor y la generosidad y él, siguiendo sus inclinaciones naturales, hizo honor al sobrenombre: luchó contra la prepotencia de los nobles, supervisó los tribunales para evitar injusticias y, en épocas de hambruna, no dudó en vaciar el tesoro de palacio para socorrer a los desfavorecidos. Hasta el día en que su primogénito le abrió el tórax de un tajo y compartió con sus secuaces la sangre, aun caliente, que manaba de la herida. Se iniciaba la era del Rey Vampiro. Esta vez el pueblo no tardó en desentrañar por sí mismo el significado del apodo.

Relato ganador del mes de noviembre de 2009 en el concurso convocado por Minificciones.com.ar.
Imagen de Alejandro Gelaz