18 ene 2020

Antagonista

Ilustración de Trina Shart Hyman para Peter Pan y Wendy
          
          Desde que el cocodrilo se zampó a Garfio, el tedio reina en Nunca Jamás. Los piratas se dedican a la pesca, las sirenas han dejado de engalanarse y los pieles rojas engordan devorando búfalos. Los niños perdidos, para sacudir el aburrimiento, se enfrentan entre ellos con desgana, escondiendo una mano tras un garfio postizo. La situación es tan insostenible que Peter decide tomar cartas en el asunto. Elige para combatir a uno de los chiquillos, alto, espigado, elegante, lo acorrala contra un árbol, levanta la daga y cercena su mano izquierda. El brillo del odio aparece en el rostro del mutilado, el tic-tac del reloj se reactiva en el vientre del viejo cocodrilo, comienzan a oírse tambores de guerra y un excitante temblor recorre el vientre de Campanilla.

14 ene 2020

Nuevas aventuras del sastrecillo valiente II




          En la última ronda del Monstruoscopio Papá Noel tuvo la humorada de enviar al sastrecillo a pasar un fin de semana a un castillo de esos de irás y no volverás, pero su proverbial ingenio lo libró de una muerte segura. Mi micro era la continuación de otro escrito por un terrible rival, nada menos que el Sombrerero Loco, seudónimo que encubría a Asun Paredes, amiga, paisana y estupenda cuentista (en el buen sentido 😉 ).

Desayuno de gala

           

Cinco hermosas criaturas de colmillos lobunos me rodeaban.

―No podéis devorarme de esa guisa ―dije señalando sus ropas ajadas por el tiempo―. Merezco que luzcáis más lindas prendas. 

―¡Tenemos hambre! ―gritaron al unísono. 

―Prometo que disfrutaréis de vuestro desayuno con los mejores atavíos que pudieráis soñar. 

La coquetería hizo brillar sus ojos. Les tomé medidas. Aprovechando cortinas y manteles, cosí toda la noche hasta que cinco preciosos vestidos se ajustaban perfectamente a sus cuerpos salvo por... algún pequeño detalle. Al amanecer, acudieron presurosas a probarse. 

―Se te ciñe al trasero ―dijo una. 

―Pues a ti te aplasta las tetas ―contestó otra. 

―¿Me has llamado culona? 

―¿Pechugona yo? 

―¿Insinúas que mis brazos son gordos? 

―El bajo te arrastra, ¡enana! 

―¡Barriguda! 

Enseguida las cinco ogresas formaban un amasijo que se estremecía a puñetazos, patadas y garfañones. Cuando el padre se acercó a devanar aquella maraña, salí corriendo del castillo para no volver.

8 ene 2020

Nuevas aventuras del sastrecillo valiente I

Ilustración de Dani Torrent

          El Monstruoscopio es un divertidisímo concurso en siete rondas organizado por Mel Nebrea en la web Esta noche te cuento. En esta ocasión se ha dedicado a los cuentos tradicionales. Todos los inscritos al concurso participábamos bajo un seudónimo que no se desvelaba hasta el final. El mío fue «Sastrecillo valiente» y, además de traerme tanta suerte que quedé segunda en el torneo, sirvió de inspiración a alguno de mis microrrelatos, entre ellos a este que debía estar protagonizado por él e incluir la palabra «paracaídas».

Genio y figura


         
          En la tierra de Fantasía todos pasamos por una etapa de peligros y aventuras que crea adicción. Después vienen los finales felices, la inactividad, el aburrimiento. Para escapar sin darnos un batacazo se me ocurrió coser cuidadosamente grandes trozos de seda que, sujetos con cuerdas al cuerpo, se desplegaran al caer. Paracaídas, le puse a mi invento. Caperucita fue la primera en aterrizar en Realidad sin hacerse daño. Allí ha creado un servicio de cáterin para abuelos que viven solos. La siguieron Blancanieves, que produce manzanas ecológicas; Pinocho, que limpia los bosques para que no se produzcan incendios; y tantos más que, como sastre, ya no soy necesario. Acabo de enterarme de que andan por allá abajo, abusando de la gente, unos gigantes terribles, así que he decidido lanzarme también. ¡Temblad Uber, Amazon, Microsoft, Google..! ¡Como me llamo Valiente, que me cargo a siete de un golpe!