28 sept 2012

Historias, historias, historias



El día en que murió don Álvaro no llovió en Mondoñedo. En la portería del paraíso lo aguardaba Pedro, con un libro antiguo lleno de páginas en blanco y una pluma de ave del año mil y pico. Rápido corrió el rumor de que el gallego lo llenaría con relatos de magos, damas melancólicas y sirenas griegas; semblanzas de campesinos, curanderos y boticarios; travesías marineras de mozos que aprendían a vivir y de viejos comerciantes llenos de nostalgia; vagabundeos de ánimas y sochantres y fugas de rubios condotieros. Tanto fue el alboroto entre ángeles y bienaventurados que las nubes, impacientes por comenzar la lectura, no se acordaron de llorar.

Información sobre el autor homenajeado se puede obtener en:

13 comentarios:

  1. Un micro muy tierno y que funciona aún sin saber de quién se está hablando, Elisa.
    Un abrazo.

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    1. Mónica, sabes que era una duda que me quedaba, gracias por resolverla.

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  2. Buen micro en el que me encanta el factor "Nubes" que introduces al final de tu relato. La historia de Don Alvaro queda en un tercer plano, y son las historias mágicas del guardallaves las que cobran relevancia en el texto.

    Me gusta la prosa de tu redacción.
    Un abrazo desde mis palabras.

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    1. Un abrazo, Laura, por ahí había un problema de lectura, porque las historias las va a escribir don Álvaro en el libro. Gracias a tu comentario he hecho un retoque en la redacción porque vi que quedaba confuso.

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  3. Teño que recoñecer que iste micro postumo ben o merecia o seu autor en vida. Supoño que as bagoas das nubes podense conter nunha terra tan verde, aunque a maestría do relato (e a relatista) para os que sendo da terra o lemos, e a sentimos dende a distancia fainos ter que conter como a presa a humedade do momento, e dun ata logo tan celebre.

    Grasias pola sorpresa. Unha perta gorda.

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    1. Que hermoso comentario, Cortacuentos, y qué ilusión que aparezca aquí representada la lengua materna del inspirador del texto.

      Un abrazo.

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  4. Formidable homenaje a uno de los grandes, Elisa. Estoy convencido que Don Alvaro, al leerlo allí donde quiera que esté, habrá esbozado esa media sonrisa con que los gallegos intentan (¿intentamos?) disimular la satisfacción.

    Mis aplausos admirados.

    Un abrazo,

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    1. Gracias, Pedro, que os guste a los gallegos es un gran honor para el micro.

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  5. Qué pequeño gran homenaje le has hecho, y con qué historia tan tierna, con la que además haces un esbozo del éstilo de Cunqueiro. Felicidades.

    Un abrazo.

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    1. Cunqueiro es uno de los mejores prosistas que conozco y yo demasiado osada por intentar imitar lo inimitable, pero como es un homenaje...
      Gracias, Miguelángel.

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  6. Me ha parecido precioso Elisa.

    Besos desde el aire

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  7. Tierno y a la par gran homenaje. Me gusta esa reunión en el cielo.

    Besitos

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