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A Víctor Meléndez le gusta utilizar el sencillo ejemplo del matemático escocés Augustus de Morgan: Las pulgas grandes son picadas por las pequeñas, que a su vez lo son por otras más pequeñas, y así sucesivamente. Pero las pulgas grandes pican a unas más grandes, que tienen, por su parte, otras mayores para chuparles sangre, y así hasta el infinito.
En este punto detiene la explicación y se ensimisma: si de su nómina, disminuida en un 5% en el último año, se descuenta un 20% de impuestos; más un 30% para la manutención de su exmujer y sus dos hijos en paro; si con el resto debe afrontar el pago de la hipoteca de la casa, las facturas de luz, agua y teléfono; si la subida estimada del coste de la vida según el IPC es del 3%...
Los alaridos de los alumnos, enfrascados en una feroz batalla de bolas de papel, lo obligan a continuar: Se deduce que yo, el humilde profesor que tenéis delante, soy la Pulga Mayor, de la que todos chupan, y la viva demostración de que el concepto de infinito ha colapsado.
Escrito para la divertida propuesta que hizo Rony Vásquez Guevara el pasado mes de junio en el taller de minificciones de Ficticia: Las pulgas y el universo de las Matemáticas. Con mis agradecimientos a Gabriela por el tallereo.
Pobre, pero tiene razón. Aunque veo que sólo tiene una opción, seguir adelante. Me gustó mucho Elisa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, es que de la teoría a la práctica media el mundo, ni más ni menos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Elisa.
PABLO GONZ
Ja, ja,ja, magnifica manera de enseñar matemáticas filosóficas.
ResponderEliminarUn abrazo,
Me ha gustado mucho la gradación de la idea, cada una de las tres partes ofrece una sorpresa y el engranaje global es también sorprendente.
ResponderEliminarSaludos.
desolador.
ResponderEliminarY de paso prepara a sus alumnos para enfrentarse a la vida real. Un micro interesante y divertido.
ResponderEliminarBesos
Una buena elipsis, Elisa y un micro muy bien armado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente, Elisa. Coincido con el análisis de Susana Camps.
ResponderEliminarSaludos.
En tantos casos confundimos dinero con sangre... quizá es mejor cambiar la mentalidad para no sentirse la última pulga, la más grande, de la que todos chupan.
ResponderEliminarExcelente relato
Abrazos
Que buena la exposición. Está claro que siempre el mayor se aprovecha del menor, y todo en una cadena. Se ve que a los alumnos no les interesaba mucho esa enseñanza, aunque estoy segura de que con el tiempo mostrarán todo el interés del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha encantado el comienzo de las pulgas para contar la historia. Muy lograda Elisa!!
ResponderEliminarDe esas que me gustaría haber escrito a mi, jaja.
Un abrazo!!
Genial, Elisa, muy bien narrado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gustó, Elisa. Dentro de un tono más o menos simpático, con un final que puede parecer incluso divertido, se esconde una violencia desgarradora, quizá más que en otros relatos intencionadamente violentos.
ResponderEliminarLo único, te dejo la reflexión, que aquí no es del pulgón más grande del que todos chupan. Al contrario, te chupan más sangre cuanto más pequeño eres. Un ejemplo: a de la Rosa, el constructor de las torres Kio, le daban las declaraciones a devolver hasta que la justicia le echó mano (por estafa, no por eso)... al hijo, que es muy majo y a todos nos cae mejor que alonso, no sé.
Muy divertido ese colapso del infinito.
ResponderEliminarGracias por el aviso de la Inter. Me enteré por tu comentario y fue corriendo a mirar. HE andado de vacaciones y algo desconectado.
Saludos veraniegos