Imagen de Alejandro Gelaz |
Don Alonso se aprestaba a recibir en su capote el envite del morlaco negro zaíno sin atender los avisos de su mozo de espadas.
–Téngase, maestro, que no es toro el que arranca contra usted, sino el micifuz de su señora doña Rosaura –se desgañitaba Sanchico de Cózar–. Los ratones, hartos de roer los once tomos del Cossío que esconde usted en el desván, lo tienen tan cebado y lustroso que más parece toro que gato.
El felino atacó de un salto dejando cubierta de arañazos la cara del diestro que, a la noche, tuvo que dormir en el escaño del zaguán. No había forma de quitar a doña Rosaura la idea de que la autora de los garfañones no era sino aquella moza de la venta de Puerto Lápice de la que dicen que su marido anda medio enamoriscado y a quien, por fina y melosa, todos conocen como “la Dulcinea”.
¡Qué gozada de micro! De verdad, me ha encantado ese sentido del humor cervantino que tan requetebién has reflejado en él.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una escena del Quijote total, con su lenguaje y todo.
ResponderEliminarMuy bueno, un saludo Elisa.
Je, je, Elisa, qué manera de dar otra vuelta de tuerca. Un placer.
ResponderEliminarSi Cervantes levantará la cabeza... seguro, seguro que te besaba la mano.
ResponderEliminarMe ha encantado.
y si,los gatos son peligrosos -si lo sabre yo-
ResponderEliminarEste micro, meta inalcanzable para mí como escritora, me hace la mas feliz de las lectoras.
ResponderEliminarPor esta felicidad, gracias, Elisa.
Pero pobre Don Alonso, ¡qué falta de consideración por parte de la mujer!
ResponderEliminarY qué buen micro. Y que bien, además, que te hayas arriesgado por un título tan largo que contribuye y en la medida justa anticipa el tono festivo del texto.
Saludos.
PD. He visto que no hubo suerte, no importa, lo que vale es el texto que has conseguido.
Muy chula esta revisión Taurina del quijoté ¡Olé!
ResponderEliminarGracias a todos, MJ, Nicolás, Carlota, Elysa.
ResponderEliminarErre, ¿has tenido alguna mala experiencia con los gatos?
Pati, eso de inalcanzable para ti no lo digas ni en sueños. Tú no tienes metas inalcanzables, basta con que te lo propongas para llegar, eres una escritora capaz de cualquier cosa. Y felicitaciones por tu relato en el monográfico Aullidos de Pseudònims.
No hubo suerte, Gabriel, y me deprimí un poco, tenía esperanzas. Parece mentira a estas alturas que me afecten esas cosas.
Gracias, Púgil, haznos tú una versión boxeadora, seguro que lo bordas.
Qué gozada leer un micro tan bien escrito. Enhorabuena, Elysa. Un abrazo.
ResponderEliminarSara Lew
¡Hermoso microrrelato, Elisa! Una delicadeza de amenidad y gracia. Me encantó leerlo en voz alta, creo que el acento se me pega tan solo de leerlo, jeje.
ResponderEliminarEnhorabuena por haber logrado tan fina pieza de humor.
Un abrazo.
¡Delicioso!
ResponderEliminarNo importa si ganó o no un concurso, el relato está muy bien conseguido.
ResponderEliminarAbrazos gatunos.
Una original, exquisita y simpática recreación, Elisa.
ResponderEliminarY aunque no sea muy elegante autocitarse al visitar casas ajenas aunque sean amigas, no he podido evitar al leer el tuyo, acordarme de este micro, -bastante menos elaborado que el tuyo, desde luego-, que escribí hace un par de años. Espero que disculpes la osadía.
Besos
Gracias, Mónica y Joaquín.
ResponderEliminarTienes razón, Lola, lo bueno del blog es que los comentarios de los lectores te dan una pista de si realmente se ha conseguido o no el texto.
Tato, me gusta mucho tu micro, es una pena que te prodigues tan poco con la literatura, porque lo haces muy bien.
Qué bueno, Elisa, me parece divertidísimmo, pero el micro va mucho más allá, tu lo sabes. Está reflejado perfectamente el tono de Cervantes con un guiño cómico.
ResponderEliminarYo me alegro de que existan los concursos cuando leo micros como este.
Abrazos
Ay, Elisa, es que es una delicia leerte, chica.
ResponderEliminarManejas a la perfección el estilo del siglo de oro, como ya te dijeron algún día. Creo que se podría llamar algo así como estilo elisino neo-cervantino.
En fin, que me encantó tu micro.
Besitos
¡¡¡Elisa!!!
ResponderEliminarMe bajé el sábado el número 22 de la revista Narrativas y me alegró mucho verte allí (junto con David) con tus micros sobre niños que abarcan lo tierno, lo triste y hasta lo cruel. Escritos con la elegancia que te caracteriza yl el buen hacer.
Cuando cuelgues la entrada pega este comentario allí tb.
Es que soy una impaciente y no podía esperar.
Abrazos
Gracias, Anita, los concursos me gustan porque me ayudan a exprimirme las neuronas. Son una puerta abierta a la imaginación, al juego y a pasarlo bien escribiendo.
ResponderEliminarGracias, Sara, es que tú y yo tenemos vocación clásica.
Rosana, gracias por tu comentario. No sé si colgaré la entrada, ya di la noticia en FB, pero tu comentario me llena de alegría. Nunca olvido aquel que me dejaste en donde Daniel Sánchez Bonet y que me animó tanto a escribir y a mantener esta bitácora.
Besos de vacaciones a las tres.
pardiez, qué envidia de micro.
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