Por fin habíamos quedado para cenar. Llevaba prometiéndome las costillas asadas desde que me mudé a la urbanización —que si eran su especialidad, que si me iba a chupar los dedos—, y nunca encontraba el momento de invitarme. El olorcillo de las brasas llegaba hasta la esquina del polideportivo, la boca se me derretía de gusto. Y se me presenta con la bandeja de sardinas. Hoy no había buena carne, se excusó. Las manos se me agarrotaron alrededor de las dos botellas de rioja que le llevaba. Comí costillas, claro que las comí. ¿El resto? Enterrado junto a la barbacoa. Yo sólo me cobro lo que se me debe.
Cuarto lugar en la Marina de Ficticia (abril 2011).
Jeje, y estaban sabrosas?
ResponderEliminarBesitos... y por si acaso, no prometo nada.
Ok, ok, hay que desconfiar de la dulce vecinita...
ResponderEliminarMe ha encantado. Un abrazo.
Ooops.. no lo entendí...
ResponderEliminarSaludo
Es lo que digo: hay que cumplir las promesas, uno nunca sabe cómo será la reacción del otro...
ResponderEliminarDrástico personaje, ameno humor negro.
Un abrazo en el día del escritor en Argentina (13 de junio)
ay ay ay parecía ahorcar las botellas y terminó haciéndose un vecinito grillé. Genial Elisa!! Feliz día del escritor desde Argentina Saludos van sandra montelpare
ResponderEliminarA pesar de la terrible historia que nos cuenta este micro no lo hace desde la tragedia, como tampoco pretende ser un cuento de terror debo remitirme a suscribir lo dicho por Mónica: acertado humor negro.
ResponderEliminarY feliz Día del Escritor, Elisa
Hay personas que no aceptan una desilusión en la vida, ¡qué barbaridad!
ResponderEliminarSaludos.
¡Y Feliz Día del Escritor!
ResponderEliminarQué bueno!! dí que sí, que si se promete algo, se cumple! y si no, uno se toma lo prometido. Bien armado desde el principio, con un lenguaje dulce en un principio, para terminar con el final sorpresa Abrazos.
ResponderEliminarEstupendo Elisa, me encantó. Hombre encima de que la pobre había traído Rioja... estaría bueno ;-)
ResponderEliminarUy que mala personaaaaaa jajaja
ResponderEliminarmuy bueno!!
un beso
Pero que bestia eres, vecina. ¡Miedo me das!
ResponderEliminarEnhorabuena Elisa!!
ResponderEliminarPara mi gusto merece algo más que un cuarto puesto por la forma en la que está contado, pero bueno, conformémonos!! jeje
Abrazos!!
¡Y pensar que la última vez que tomamos algo me llevaste a un sitio llamado "la ilustre victima"! ¡Escalofríos me dan! Sospecho que me libré, no por ir acompañado, sino por lo poco sustancioso de mis costillares.
ResponderEliminarSu, ¡que yo no me identifico con las ideas de mis protagonistas! Puedes prometer, que reclamaré si no cumples, pero educadamente :).
ResponderEliminarPedro, gracias, yo no había pensado en una dulce vecinita, sino en dos vecinos solitarios, pero cada lector tiene todos los derechos de interpretación, por supuesto.
Serendipia, no es tan complicado. ¿De dónde salieron las costillas que se comió?
Gracias, Mónica. Hay gente terrible, con la que es mejor no toparse en la vida.
Me gusta lo del "vecinito grillé", Sandra, buen plato para un restaurante gore.
Sí, Pati, es un micro que solo pretende una sonrisa, nada más y nada menos.
Sí que las hay, Gabriel, sí que las hay. Y son peligrosas. Mejor que no te toquen de vecinas.
Rocío, ya sabemos que con el pescado va mejor el vino blanco; el rioja, con la carne.
Gracias, María Luisa. Sí que era malo, sí.
Vecino Caboclo, que yo no fui, que fue el señor del cuento. A ver si voy a coger fama de antropófaga (es que tengo alguno más sobre el tema).
Sucede, tampoco aspiraba a mucho. Hubo muy buenas historias ese mes, incluso yo mandé otra que me gustaba más, pero los jueces tienen su criterio y a veces nos favorecen.
Vaya, Joaquín, menudas asociaciones de ideas. De momento te dejo el título de ilustre, pero no el de víctima :).
Gracias a todos por comentar, yo últimamente tengo poco tiempo para ello, ando cargadita de trabajo, ya me resarciré cuando acabe el curso.
ResponderEliminarAbrazos a repartir.
¡Qué fuerte! No me esperaba ese final tan atroz. Cuidado con invitar a tu protagonista, uff.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, un saludo.
¡Menudo vecino! por eso yo nunca monto barbacoas con los míos, además soy vegetariana, je,je,je.
ResponderEliminarMuy buen micro,
Abrazos,
Yo sólo me cobro lo que se me debe. Frase para el bronce, Elisa.
ResponderEliminarAbrazos fuertes,
PABLO GONZ
Coincido con Pablo, la frase suena a lema de escudo de armas.
ResponderEliminarUno nunca sabe a quien tiene de vecino, un caníbal vengativo supongo que es peor a quién sencillamente toca la batería.
ResponderEliminarDe todos modos lo que me impresionó fue leer este texto acompañado no por una fotografía si no por un render. Un montaje de computadora que muestra pequeñas casitas perfectas, adosadas como vagones de un tren, en tanto los vecinos las miran ensoñados. Esta historia toma mas vuelo viéndola así. La casita como la ilusión del lugar donde por fin ser, donde se justifique nuestra historia, y en la que tal vez comience una nueva. Claro, es solo una imitación y como todas las imitaciones esta también se rompe demasiado rápido. No hay peor cosa que llueva realidad y que a uno lo agarre con un paraguas chino.
Un abrazo.
Hay que ver como se las gastan algunos. Lo mejor va a ser que cada uno como en su casita. Ya veo, Elisa, que no le haces ascos al gore. Un abrazo.
ResponderEliminarEl pelillo de punto se me ha puesto y todo.
ResponderEliminarElisa, no dejan de sorprenderme tus micros :0 !!!
De punta, quise decir...
ResponderEliminarQué buen micro de humor negro negro como boca de lobo. Estás muy inspirada ;)
ResponderEliminarAbrazo
Buena minificción Elisa. Recodaré no hacerte promesas y luego no cumplirlas jajaj
ResponderEliminarNicolás, menos mal que tú si distingues la realidad y la ficción. ¡Que yo no me como a nadie!
ResponderEliminarEsperanza, las barbacoas con los vecinos tampoco son mi tipo de fiestas preferidas. Me gustan más las paellas con los amigos. Y si algún día compartimos una, te la hago de verduritas :).
Gracias, Pablo, a mí siempre me pareció que justo ahí es donde se encierra la gracia del micro. Eres un pedazo de lector, un lujo que te hayas parado a leer y comentar este texto.
Fernando, ¿lo del "de Armas" lleva algún doble sentido? ;).
Julio, me encanta tu comentario a la imagen, porque le di muchas vueltas antes de elegirla. Buscaba algo parecido a la barriada donde se desarrolla Eduardo Manostijera y esto fue lo más cercano que encontré. Tu vista de arquitecto ha interpretado aún más allá de de lo que yo había imaginado. Igual que los títulos, las imágenes que escogemos potencian los textos, dialogan con ellos y los orientan en una dirección u otra. Gracias.
Pedro, ni al gore ni a nada. Escribir micros es lo que tiene nos obliga a explorar todos los campos. Y eso es precisamente lo más divertido.
Carlota, qué gusto verte de nuevo, intentaré seguir sorprendiéndote.
Gracias, Rosana, tus comentarios son siempre un espaldarazo para mí.
Y un honor recibir la visita de mi capitana marinera.
Besos veraniegos y sabatinos para todos.
mi vecino dice que hace nos huevos que quita el sentío. tengo que mudarme.
ResponderEliminarLos especializados en huevos, criadillas o vísceras en general son los más peligrosos. Cuídate de ellos. :)
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