5 ene 2011

Persecución


Parecía increíble que la figura regordeta de Sor Consuelo, sostenida por las cortas piernas escondidas tras la amplitud del hábito negro, pudiera desplazarse con aquella rapidez que la hacía parecer un ángel dotado del don de la ubicuidad. Don Roberto, no guarde las naranjas en el cajón, si nunca le va a faltar comidaAy, don Roberto, traiga para acá, volvió a comprar jamón, si sabe que le hace mal. ¡Otra vez fumando, don Roberto, apague, por favor, el cigarrillo! Don Roberto, ¿no viene a misa? Lo peor fue lo de Bermúdez. La alegría de ver aparecer en la residencia a mi antiguo compañero de sindicato y de poder compartir con él la habitación se me apagó en tres semanas. Qué fue lo que hizo esa mujer con Bermúdez para convertirlo en su aliado sólo su Dios y ella lo saben. Empezó confesando y comulgando, después se inscribió en el coro de la capilla y enseguida se dedicó a hacer desaparecer mis paquetes de tabaco y a controlar mi salud y mi dieta con una tenacidad digna de la propia sor Consuelo.

Esta mañana murió Bermúdez. Con el ajetreo he conseguido cruzar hasta la tienda de la esquina y camuflar una botella de güisqui entre las hojas del periódico. Me lo estoy bebiendo en su honor, por los lejanos tiempos en los que compartimos huelgas, mujeres y retórica revolucionaria. Y no vaya a pensar, Sor Consuelo, que no me he dado cuenta de que se ha colado por debajo de la puerta y de que me está observando inmóvil desde la esquina. Pero de nada le ha servido esta vez su agilidad, porque, sólo con un pulgar, la he despanzurrado antes de que haya conseguido recuperar su tamaño. Por una vez le he ganado la partida a los milagros.

Este micro fue uno de los ganadores en el concurso mensual de Las historias de julio de 2009. Hace tiempo lo publiqué en mi blog educativo, pero me gusta que quede también aquí, recogido con el resto de sus hermanos.

13 comentarios:

  1. Don Roberto ve a la monja en una cucaracha, ve un símbolo que, desentrañado, le muestra una verdad absuluta.
    Está borracho o se ha vuelto místico.

    Lo bien que has hecho en traerlo, un placer su lectura.

    Besos.

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  2. Me gusta la dualidad, Patricia, o borracho o místico, creo que en la duda está la gracia de la historia.

    Un beso, un placer recibir de nuevo tu visita.

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  3. Eso de la ubicuidad siempre me ha parecido que tenía truco aunque no me esperaba lo de los disfraces de Mortadelo...

    Un abrasho, ¡hic!

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  4. ¡Ay, esas monjitas de los asilos, con sus vocecillas penetrantes, espías en la sombra del poco espacio de libertad que les queda a los residentes! ¿O es todo fruto de un delirium tremens?

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  5. Excelente cuento, Elisa. Me encantó, y me gusta que la historia se narre desde la primera voz. Un hallazgo, la comparación de la monja con una cucaracha. ¿La foto fue el disparador de la historia?
    ¡Felicitaciones por el premio!

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  6. Pobre Sor Consuelo, de cucaracha a Mortadelo :(.

    Caboclo, esta historia parte de mis recuerdos. A los 15 años íbamos un grupo de amigos a ayudar a las monjas a limpiar el asilo de San Benito y a servir la comida. Lo que me impresionaba de la situación de los ancianos era eso justamente, la falta de libertad, la intromisión continua en sus vidas como desagradables secuelas de la "buena" intención.

    Sí, Mónica, la historia partió de la imagen que, no sé cómo, se vinculó a los recuerdos que le cuento al Caboclo.

    Besos a los tres.

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  7. Muy bien narrado. ¿Delirium tremens? Igual da. Hay una sutil confrontación entre el bien y el mal relativos. El señor que parecía redimirse prefiere aplastar al redentor como a una cucaracha y seguir con su vida tal cual estaba, ¿por qué juzgarlo? Solo le veo un pequeño problemita a la narración y es que creo que sin la foto no se la entiende muy bien en su desenlace, o tal vez me parezca a mi. Un abrazo

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  8. El narrador mantiene, de principio a fin, el mismo tono que dibuja a la perfección a la sor de marras y al traidor de su camarada. Me gustó mucho. Enhorabuena por el premio.

    Besos a pares.

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  9. Tampoco esperábamos que Sor Consuelo cantase "saca el güisqui, cheli..."
    Feliz año.

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  10. Es muy divertido y con gran ritmo.
    Me ha gustado mucho.
    Besos, Elisa.

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  11. Julio, sí que es posible que el texto dependa de la imagen, pero he decidido dejarlo así, en la ambigüedad. De todas formas creo que forman una unidad y siempre los he publicado juntos.

    Gracias, Lola, pobre sor, al fin y al cabo ella es la primera víctima y el amigo traidor tal vez estuviera cansado de luchar, tan cerca ya de la muerte. El premio es añejo, pero en aquel momento me supuso un enorme empujón.

    Antonio, feliz año, tremenda alegría verte por aquí.

    Gracias, Torcuato, tengo que reconocer que este es uno de mis micros preferidos.

    Abrazos a todos.

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  12. Enhorabuena, Elisa, es muy buen relato, está muy bien contado, me sentí perseguida por Sor Consuelo igual que el pobre Roberto, es que no lo deja vivir... Sor Elisa, con su hábito negro, es como una cucaracha vivaracha...

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