Libro de una tarde de otoño, de Ricardo Espiau
Según creemos saber, la literatura es reflejo de la realidad. ¿No será que la realidad es un reflejo de la literatura? De no haber leído esta historia tantas veces hubiese pasado de largo, sin reconocerte. Escucho tus palabras, ecos de las que tantas veces encontré en los libros; contemplo tus gestos, tu cuerpo desnudo, con los ojos de quien ya te hubiera visto. Te acaricio y las manos me tiemblan como las de los jóvenes poetas.
Con este relato me he llevado la alegría de ganar el concurso conjunto convocado por Las historias y Diario de un chico trabajador. La propuesta consistía en elegir una frase de cada bitácora e iniciar con una de ellas la minificción y terminarla con la otra, a continuación dejo los enlaces a las dos entradas de donde tomé las frases. Y no quiero cerrar la mía sin agradecer a Alberto Chimal y a Alejandro Carrillo la convocatoria y el premio, y a este último, las palabras que dedica a mi cuento. Como todos los que pasáis por aquí sabéis, un premio, un comentario, unas palabras de ánimo, son el alimento imprescindible del microrrelatista y gracias a ellos tengo combustible para una nueva temporada.
Primera frase: “Según creemos saber, la literatura es reflejo de la realidad”.
En De rápidas variaciones.
Última frase: “Las manos me tiemblan como las de los jóvenes poetas”.
En Una carroña.
La fotografía de Ricardo Espiau, ganó el concurso La vida en el parque: Otoño, convocado por la Delegación de Parque y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla. El día de la entrega de premios le pedí permiso para utilizarla, que me concedió, y estaba esperando para hacerlo una ocasión especial, como esta.
Todo un reto solventado con gran maestría. Bravo.
ResponderEliminarGracias, Antonio, y gracias por el premio Vale la pena. Un beso.
ResponderEliminarEnhorabuena. El relato es delicioso.
ResponderEliminarFelicidades, Elisa, por el relato y por el premio. Cada día nos descubres mundos nuevos.
ResponderEliminarFelicitaciones, Elisa. Un premio más que merecido y que se traduce en futuras lecturas, ¡qué bueno!
ResponderEliminarA disfrutarlo.
Isabel, Matías, gracias. Gabriel, los libros van a tener que esperar, porque el porte es demasiado caro, pero parece que en verano un amigo de Alejandro podrá traerlos desde México. De todas formas, la satisfacción es lo que cuenta.
ResponderEliminarPor si te sirve de estímulo, estoy tuiteando todos tus microrrelatos en @leeres. Espero cada nueva entrega. Saludos.
ResponderEliminarFelipe, menuda responsabildad. Pero sí claro, que me sirve de estímulo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Felicidades, Elisa. Un gran estímulo para seguir escribiendo.
ResponderEliminarFelicitaciones Elisa! Es un texto exquisito, resuelto fantásticamente.
ResponderEliminarAbrazos!
Enhorabuena! El relato me gusta más con cada re-lectura :)
ResponderEliminarPablo, Claudia, Virginia gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminar¡Qué bonito!
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