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| Fotografía de Ángeles Sánchez |
Fotógrafo leridano establecido en Madrid que consiguió, gracias a una cámara de su invención, retratar los ángeles custodios de sus modelos. Tras advertir que el ángel de la guarda de María Vicenta Martínez Soldevilla, la beatita de Atocha, lucía pezuñas de cabra, cuernos y rabo, inició las investigaciones que le llevaron a demostrar que la belleza de los ángeles era inversamente proporcional a la bondad de sus custodiados, como si estos ejercieran sobre los primeros una suerte de vampirismo. Durante la revolución del 68 en el saqueo de su estudio —en cuyo escaparate se exponía una fotografía de Isabel II acompañada de un serafín de de dulcísima expresión y singular belleza— fueron destruidas la cámara Rius y la mayor parte de las placas angélicas. A partir de ese momento se pierde el rastro del artista, de quien no se volvió a tener noticia cierta.
Excelente, muy imaginativo... Me encantan tus cuadros, creo que porque la ambientación parece trazada desde dentro, como si llevaras tiempo contemplando el interior de lo que escribes.
ResponderEliminarAbrazos de ángel.
Coincido con Susana, para parabra el excelente. Tú con las imágenes tienes una relación muy especial, que parece que has firmado un pacto con el diablo chica. Imaginación desbordante. El detalle de Isabel II, genial. Un beso. MAR HORNO.
ResponderEliminarEs normal que hicieran desaparecer la cámara. Había, y seguira habiendo, mucho que no mostrar.
ResponderEliminarPreciosa historia, palabras perfectamente escogidas, nítido, limpio... ¡cómo disfruto con tus relatos.
Saludos.
Hugo.
Me encanta!!! Eso de la belleza de los ángeles inversamente proporcional, y la crítica implícita.
ResponderEliminarEl misterio del final estoy tratando de desentrañarlo, creo que su ángel se lo tragó o viceversa, en ese vampirismo.
Se te escapó un "de" (de de dulcísima expresión)
Un abrazo grande, un gusto leerte
Ja! Muy bueno, Elisa. Me gustó lo de los ángeles custodios de las modelos y el vampirismo de los buenos, detalle a tener en cuenta, jeje.
ResponderEliminarOriginal y divertido.
Te vino de maravillas la fotografía de Ángeles.
Un abrazo fuerte.
De los que había leído, el tuyo y el de Mar Horno eran mis favoritos. De haberlo leído (cosa que acabo de hacer) hubiera incluido al ganador, que me parece excelente. Leí tu comentario en el Fantastics, qué lástima que no incluyan a las menciones, ahí obraron erróneamente: no se necesita unanimidad, que los seleccionen por mayoría de votos. En todo caso, lo importante es que tu micro es excelente y que el premiado también lo es.
ResponderEliminarSaludos.
PD. ¿Viste que Chimal publicó una antología con los ganadores? ¿Estaremos?...
Solo puedo decir que me parece un texto fascinante. Para sacarle un puñado de historias.
ResponderEliminarBesitos
Elisa, si no recuerdo mal ya te lo dije en su momento... es un micro de los de enmarcar. No hay más palabras.
ResponderEliminarFelicidades maestra ;)
(y besos a montones)
Ya lo comenté. Me gustó mucho. Está escrito de una manera que uno casi no duda de que sea verdad. Porque no es verdad, ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo.