2 jun 2013

Pecados de la carne

Francisco de Zurbarán, Santa Águeda

Oculta su piel joven a los ojos de los hombres. Suprime los espejos para evitar contemplarse. Aún así, sabe de su hermosura; y cuando piensa en el Amado, omnipotente, ubicuo, capaz de contemplarla desnuda en alma y cuerpo, se entrega fervorosa a las fantasías de la seducción.

Este micro lo publiqué hace tiempo en El microrrelatista y no lo había traído por aquí. Me he acordado de él porque ahora mismo me voy a ver la exposición Santas de Zurbarán en el convento de Santa Clara de Sevilla.

8 comentarios:

  1. Pues gracias por traerlo y disfruta de la exposición.

    Besos desde el aire

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  2. Muy seductor y sugerente. La verdad es que transmite muchísimo. Envidia cochina de tu arte.

    Saluuuudos y un beso gratuíto.

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  3. Todos los amores son complejos, pero algunos especialmente.
    Un abrazo Elisa.

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  4. Me alegra que te hayas acordado de él y lo hayas compartido aquí porque no lo había visto y es precioso. Ese amor escondido a los ojos de los mortales.

    Disfruta de la visita. Saludos.

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  5. Pues nunca es tarde, Elisa.
    Yo conocí a alguien que coleccionaba estampitas de vírgenes y santas, aunque ella era una víbora.
    Qué poquito que hablamos en Madrid. Qué pena.
    Una abrazo.

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  6. Espero que hays disfrutado la exposición, mientras tanto nosotros disfrutamos esta joyita que nos has dejado.
    Besicos muchos.

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  7. Me alegra que lo hayas traído, Elisa, porque me lo había perdido en el microrrelatista y es una pieza excelente.

    Un abrazo,

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  8. Me encanta, qué sugerencia. El misticismo tiene una potencia filosófica, erótica y narrativa muy compleja, eres una valiente y me parece el relato ha logrado escarbar en las entrañas de lo íntimo. Un abrazo.

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