Henry Edmon Delacroix Cross, El naufragio |
Mr. Smith alcanza la playa. Con sus últimas
fuerzas carga el cuerpo desmayado de Amanda, la bella vocalista de la orquesta,
hasta depositarlo bajo los cocoteros. La isla los recibe umbría, fértil,
preñada de aventuras, y Mr. Smith empieza a dar por bien empleados los gastos
del crucero, capricho de su esposa que terminó en desastrado naufragio. De
repente su flamante dicha se empaña: en dirección a la playa y sobre un colchón
hinchable, el orondo cuerpo de Mrs. Smith se perfila en el horizonte.
Haciendo visera con su mano derecha Mr.
Smith ve cómo, tras el colchón, aparece el fornido monitor de gimnasia
acuática, quien ayuda a Mrs. Smith a incorporarse y la guía, entre arrumacos,
hacia el bosquete de cocoteros.
Mr. Smith se debate entre la incredulidad
y unos tibios celos hasta que el despertar de Amanda lo devuelve a la
felicidad. Felicidad que durará el tiempo que tarde en advertir la emoción que
chispea en los ojos de la joven y en los de su mujer al descubrirse de nuevo
juntas, sanas y salvas.
Qué vueltas más estupendas para llegar al feliz desenlace... Para ambas, claro está
ResponderEliminarP.D. Al final yo tampoco pude participar en la lectura que organizaba Fran Nuño. Fue una pena, pero te agradezco mucho que me avisaras. Espero poder ir en alguna otra ocasión. Espero que todo vaya bien. Saludos.
Genial, Elisa. Cuánta felicidad parece traer ese naufragio.
ResponderEliminarMe ha encantado. Me he imaginado el cuento como una de esas películas americanas...
Muy bueno. Un saludo.
Y bueno, pobre Mr Smith. Peor hubiera sido caer solo en la isla, y hablarle a una pelota llamada Wilson. :)
ResponderEliminarMe encantó, Elisa.
Saludos!
Anda que no nos han engañado ni nada, una y otra vez, hasta contarnos la verdad.
ResponderEliminarQué mala.
Jajajajajaja, qué final más imprevisto, Elisa. Di que sí. Pues a ellos sólo les queda una...
ResponderEliminarAbrazos.
En este maravilloso micro, bien se podría aplicar eso de: nada es lo que parece :-)
ResponderEliminarGenial forma de contarlo; con grandes dosis de intriga y suspense.
Me ha encantado lo de los 'tibios celos' de Mr. Smith.
Un abrazo, Elisa.
Parecía un final fácil pero le diste la vuelta. Nadie se esperaba ese final entre mujeres...
ResponderEliminarBesos
Gracias a todos, tengo poco tiempo para escribir, para comentar y para responder, pero me hace mucha ilusión saber que estáis ahí, que me leéis y tenéis el detalle de dejar vuestra huella.
ResponderEliminarMe encantaría que el micro fuera una película americana, pero muda y en blanco y negro, con un buen cómico de protagonista, un forzudo y dos chicas pálidas y bellísimas en los papeles femeninos. Le propondré la realización de una micro película al director de The artist, je, je.
Abrazos, Caboclo, Sara, Ana, Luisa, Miguelángel, MJ y Puri.
Jajaja, eres increible, en ningún momento he imaginado ese otro final, me encanta.
ResponderEliminarBesitos