Salvador Dalí, Venus y marinero |
Para el marinero de primera Patrick O’Connor lo peor no es el roce áspero del calzón de lino en las caderas, ni las ampollas de los zapatones de cuero en sus pies hechos a la libertad, ni siquiera tener que conformarse con contemplar de lejos a su Janet, la melena salvaje sometida por las tenacillas y la tibia cintura aprisionada por un corsé implacable. Lo peor es oírla vomitar por la borda, a escondidas, y adivinar el motivo que la lleva a azuzar con urgencia los avances amorosos del capitán Longfellow, ese petulante caballero que la conoce tan solo como Lady Jane.
Una historia muy real, pobre marinero.
ResponderEliminarMe gusta cómo la tratas desde la mirada del desdichado impotente ante la verdad que conoce y que le separa de su amor.
Saludos Elisa.
Gracias, Yashira, la mirada de los perdedores siempre da juego :).
EliminarVenía retrasada en la lectura de tus minis. He leído las últimas tres publicaciones y si bien ya las conocía, volví a disfrutarlas con ganas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Elisa.
A ti es difícil sorprenderte, conoces mis letras cuando todavía se están horneando. Un beso.
EliminarVaya novelón, hay sudamericanos (con todos los respetos) que sólo con esas líneas son capaces de montar un telenovela de 500 capítulos como poco. Crucemos los dedos y esperemos que eso no ocurra, mil veces mejor así.
ResponderEliminarMe gustó, hay mucha historia dentro. O yo se la veo.
Un beso, Luisa
Todo un culebrón se podría sacar de aquí, pero yo no tengo energías suficientes. A mí me gusta imaginarlo como película de piratas. A esta pareja solo la salva un buen abordaje en el que se carguen al capitán. Un abrazo, Luisa.
EliminarA mí lo que más me gusta es imaginarme la historia de amor entre la lady y el marinero, en esa isla desierta de la que han sido rescatados. Me parece que El Capitán va a dar sin saberlo, su apellido al hijo del marinero. Precioso Elisa. Un beso.
ResponderEliminarPues libres de ropa, de aderezos y de prejuicios seguro que fueron felices, lástima de rescate :).
EliminarLeyéndote siempre me da la sensación de que has viajado muchísimo. Siempre hablas de paises lejanos, exóticos, de ambientes de fuera. Y además es tu manera de contarlo...
ResponderEliminarOtro más.
Miguel Ángel, algo viajé cuando era "feliz e indocumentada", pero la mayoría de los viajes que he hecho ha sido surcando los mares del papel y la tinta. Un abrazo y muchas gracias, me encanta el comentario.
EliminarComo Mar, también estoy imaginando esa historia de amor entre el marinero y la Lady que han provocado tus palabras.
ResponderEliminarBesitos