Leyendo, de Antonio Álvarez Gordillo |
—Madre, dice Miguel que, si no lo dejo leer tranquilo, a la noche vendrá el gigante Caraculiambro y me llevará con él a su ínsula de Malindrania.
—Pues que a padre le embargaron y lo metieron en la cárcel porque un mago llamado Freston le tiene ojeriza y le ahuyenta la clientela, que por eso tuvimos que marcharnos de Valladolid. Y que él de mayor no quiere ser cirujano barbero, como padre, sino soldado, que la gloria no se consigue enderezando huesos ni poniendo cataplasmas. Y que no sabe si se enrolará en una armada para luchar contra el Gran Turco o se unirá al ejército de Pentapolín, el rey de los Garamantas Y que no tiene miedo de que lo hagan prisionero, porque ya discurrirá él mil ardides para liberarse.
—¡¿Qué voy a hacer con este hijo, Dios mío?! ¡Miguel! ¿Qué sabrás tú de gloria? ¡Suelta los libros y deja de asustar a tu hermano! Que con tantos Amadises y Palmerines se te va a terminar secando el cerebro. ¡Como si no tuviésemos ya bastantes calamidades en esta casa!
Este micro, junto con La regañina (allí titulado Beatriz) y Aguedilla, ha aparecido publicado en Miradas y letras II, libro que contiene una selección de las fotografías y los relatos presentados al concurso que convocó en 2110 la Fundación Camino de la Lengua Castellana.
Hermoso micro. Logrado diálogo. Magnífica voz infantil. Según parece el Miguel nombrado alude a Cervantes cuando niño. Decime si estoy en lo correcto, tuve que recurrir a Google, ya que ando floja de biografías.
ResponderEliminarFelices Pascuas, si sos creyente, o mejor finde largo en su defecto.
Abrazo.
Claro, Moni, es Cervantes. También felicidades para ti, religiosas o profanas, como prefieras.
ResponderEliminarMe gustó ver tus relatos en Breves no tan breves.
Otra preciosa joya literaria. Te felicito.
ResponderEliminarY también por tu 8º puesto en el concurso de El Microrrelatista. Sinceramente, pienso que tu micro merecía estar más arriba. A mí es el que más me gustó :-)
Un beso.
Muy bueno, me has puesto a reflexionar. La extensión del vocabulario excede una cuestión de herramientas literarias, hace a la precisión de los pensamientos. ¿Puedo pensar en algo sin nombre? Y, ¿acaso la exquisitez de un razonamiento, no necesita de palabras que los definan?
ResponderEliminarSin embargo, todo tiende a achicarse, los msn, twitter, microcuentos, nanorrelatos, todo chiquito. Sin ir más lejos esta mañana al mirarme al espejo me vi bastante más petisito. Un abrazo.
Muy hermoso Elisa, Miguelito debió de ser todo eso y quizá más... Enhorabuena por las selecciones varias y besos de Pascua o finde largo como decís por ahí arriba.
ResponderEliminarElisa, debes estar supercontenta: lograste, con méritos sobrados, meter tres micros en la antología. Al libro -en pdf, claro- lo estuve viendo un poco; aparte de los tuyos, leí algunos otros textos; un excelente libro.
ResponderEliminarResulta interesante que en los tres textos has tomado un personaje cercano a los personajes históricos o literarios: Beatriz, en el caso de Teresa; el hermano de Cervantes, y la compinche o novia del Lazarillo de Tormes. En todos los casos las referencias están muy bien dadas. No me caben dudas que estos textos están entre los mejores que te he leído: por estructura, por el cuidado manejo del lenguaje, por la sabia manera de concluir la historia, en ningún caso rotunda, pero sí significativa y cómplice con el lector. Hay mucho trabajo, mucha laboriosidad detrás de cada uno de estos micros; se siente, se ve, se respira.
En fin, a disfrutar este más que merecido salto al papel.
Saludos funambulescos y felices pascuas.
Enhorabuena, Elisa. Un placer compartir libro contigo.
ResponderEliminarBesos y abrazos a mogollón.
Gracias por usar una imagen mia para ilustrar tu microrelato, y sobre todo por colocar un enlace a mi blog.
ResponderEliminarSeguro que D. Miguel mantuvo alguna conversación parecida con su hermano parecida.
ResponderEliminarFantástica forma de acercar a los clásico a nuestra orilla.
Un abrazo.
Si es que este Miguel era un soñador desde chico! Genial la historia pero sobre todo la maestría con la que está contada, como es habitual en este blog
ResponderEliminarGracias, M.J., por las felicitaciones. Me alegra que te gustase Proezas, había muy buenos textos, para mí es un orgullo haber entrado entre los seleccionados.
ResponderEliminarRocío, este también es de niños, de los que a ti te gustan :).
Julio, cómo vas a verte tú petiso, no me lo creo. Por cierto, no sigo mucho la línea de tus ideas, sin embargo estoy totalmente de acuerdo en que la precisión en el vocabulario es fundamental no solo para poder nombrar la realidad, sino para verla y hacerla visible. Hace una semana tuvimos una charla sobre haikus en el instituto y la ponente nos explicaba la importancia de no decir árbol, pájaro o flor, sino roble, peonía, jilguero.
Gracias por tu análisis, Gabriel. Es cierto que trabajé los textos. Tuve la suerte de poder escribirlos durante las vacaciones de verano, tranquilamente, consultando cuando tenía dudas, empapándome de los hipotextos. Y estoy de acuerdo contigo en que son de lo mejorcito que he escrito, espero poder, al menos, igualarlos en otra ocasión.
Lola, ya los sabes, para mí es un orgullo estar allí contigo.
Antonio, gracias a ti, por prestármela. Cuando la vi pensé que venía como anillo al dedo.
A lo mejor, yo así lo imaginé, mezclando un poco autor y personaje, no me cabe duda de que don Miguel tenía un mucho de Quijote.
Pablo, gracias por el piropo.
Abrazos para todos y cada uno en el día de vuelta a la realidad (aunque aquí en Sevilla disfrutaremos de un nuevo paréntesis la semana que viene, je, je).