24 dic 2019

Desaparecidas

Epifanía o adoración de los magos en la Catedral de Burgos



          Terminaron de envolver los dulces y cerrar las cajas de madera antes de ir a poner el nacimiento en la capilla. Dos horas después el serrín salpicaba los suelos de mármol, el río se desbordaba entre montañas de corcho, tres pastores habían perdido la cabeza y la Virgen, el brazo derecho. Apiadado, el Niño decidió llevárselas consigo. La policía ha derribado hoy las puertas del convento. Ni rastro de la comunidad. Aunque, si prestase más atención, vería que en el belén napolitano, apoyadas en sus andadores, doce nonagenarias temblorosas se dirigen al portal, a llevarle yemas al recién nacido.

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