Microrrelatos
Madre mía, excelente tan escueto y con tanto dicho. No necesita nada más para que yo me quite el sombrero. Me ha encantado, Elisa.Besicos muchos.
Gracias de nuevo por tu generosidad, Nani. Un abrazo.
Qué bueno, Elisa y tan Elisa...
Gracias, querida Miriam.
Mmmm, sí bueno. En parte :PMe encanta el relato.Pero hay un error de fondo: la Justicia es ciega para tener una excusa por sus errores.
¿En serio, su Real Majestad? Yo creía que era ciega para juzgar los hechos, no las personas, al menos eso me dice la Wikipedia.
¡Genial!
Gracias, Joaquín.
Por eso hay cegueras y cegueras, de las que no ven y de las que no sienten.
Extraordinario, educativo, certero. Felicitaciones.
¡Qué mala leche!
Hum, no sé cómo tomármelo.
Siempre bien.
Genial, Elisa. Cada vez más inspirada.
Quien sepa curar a la Justicia de sus males ha de ser, como bien indicas, muy sabio.Buen relato, ElisaUn abrazo
¡Gracias por comentar!
Madre mía, excelente tan escueto y con tanto dicho. No necesita nada más para que yo me quite el sombrero. Me ha encantado, Elisa.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias de nuevo por tu generosidad, Nani. Un abrazo.
EliminarQué bueno, Elisa y tan Elisa...
ResponderEliminarGracias, querida Miriam.
EliminarMmmm, sí bueno. En parte :P
ResponderEliminarMe encanta el relato.
Pero hay un error de fondo: la Justicia es ciega para tener una excusa por sus errores.
¿En serio, su Real Majestad? Yo creía que era ciega para juzgar los hechos, no las personas, al menos eso me dice la Wikipedia.
Eliminar¡Genial!
ResponderEliminarGracias, Joaquín.
EliminarPor eso hay cegueras y cegueras, de las que no ven y de las que no sienten.
ResponderEliminarExtraordinario, educativo, certero. Felicitaciones.
ResponderEliminar¡Qué mala leche!
ResponderEliminarHum, no sé cómo tomármelo.
EliminarSiempre bien.
EliminarGenial, Elisa. Cada vez más inspirada.
ResponderEliminarQuien sepa curar a la Justicia de sus males ha de ser, como bien indicas, muy sabio.
ResponderEliminarBuen relato, Elisa
Un abrazo