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Lo que le gusta del tío Juan es que le saca caramelos de la nariz y moneditas de las orejas. Lo que no le gusta es que le crezca la varita entre las piernas, ni el sabor de esa poción que hará que ande como las demás si nunca, nunca, le cuenta a nadie que él es un mago.
Duro y brutal hasta resultar agónico. La manera como lo cuentas golpea sin piedad al lector.
ResponderEliminarBesitos
Que duro, Elisa. Una atrocidad vista desde la infantil visión de una niña.
ResponderEliminarUfffff, sin palabras...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Me uno a los anteriores comentarios, el micro que empieza dulce se convierte en trágico y doloroso tan rotundamente que no hay palabras.
ResponderEliminarSaludos Elisa!
Excelente pieza, Elisa. Sin que se pierda el tono en ningún momento, y sin miramientos, logras que de una frase a otra el lector caiga en el abismo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Elisa, me has dejado de piedra. Nos tiras a la cara una realidad brutal sin decir ni una palabra explícita sobre ello. Tú si que eres una maga. Es tremendo, durísimo, pero delicado como una pluma. Un beso.
ResponderEliminarA pesar de la delicadeza con que está escrito, este texto es demoledor. Dan escalofríos.
ResponderEliminarUn beso, Elisa.
Brutal!!! Y todo con ese lenguaje infantil que pone los pelos de punta.
ResponderEliminarsaludillos
Dios, qué horrendo, pero que delicadamente escrito. Es una bestialidad pintada de rosa. Un abrazo.
ResponderEliminarCreía estar ante el pensamiento de una niña, con su lenguaje chiquitín y lleno de encanto. Y así ha sido, pero detrás de sus palabras me encuentro con un monstruo que me ha hecho revolverme de la silla.
ResponderEliminarPerfecta ejecución sin llegar a lo evidente.
Besos
Me gusta tu microrelato de tres partes. Sobretodo su comentario sobre el mago.
ResponderEliminarErnesto, es un placer recibir un comentario de un amigo de carne y hueso (casi todos los demás son más bien de letra y tinta o, mejor dicho, de letra y pantalla).
EliminarNausebundo...el personaje. Perfecto el microrrelato, si tu intención era despertar en nosotros el asco y la rabia.
ResponderEliminarSalud!
Gracias a todos por comentar. Lo cierto es que este micro, que apareció en la cabeza por sí solo (andaba de compras en el mercado de las setas pensando en qué escribir para el concurso mensual de Ficticia, cuyo tema era la magia, cuando me asaltó) me resultaba tan duro que me costó decidirme a publicarlo.
ResponderEliminartremendo. para lo bueno y para lo malo.
ResponderEliminarquizá algún día use la foto para mi niña coja.
Estos temas cuando se muestran así, de forma indirecta, tiene una fuerza tremenda, más contado desde el punto de vista infantil.
ResponderEliminarMe acordé de Marilyn Monroe que sufrió de niña algo parecido.
Tan elegante como siempre.