Tengo que decirte algo… lo apunté en una agenda que estoy harta de buscar. Será mejor que me largue. Total, tú no tienes interés en escucharme, y yo ni siquiera recuerdo quién coño eres.
Puede ser extrema, pero también cotidiana. Un abrazo, Mónica, lo haré también por correo, pero te felicito por tu nuevo "estado" disfrútalo con felicidad.
Con ese silencio, ese irse, ya dijo mucho. Temo que tal vez el otro ni se percató. Total, qué más da. Ahora ella ya no se acuerda. Mejor así. Sin duda.
Tengo que decirte algo...quizás haya otros microrrelatos de tu serie "Tengo que decirte..." que me gusten más, pero en este debo alabar el título, una pieza más, indivisible, del propio micro. Un saludo
Espero que despertemos todos pronto y nos larguemos, no sólo de al lado del que no nos ama, sino también del que nos oprime...¿y por qué habré dicho yo esto? en fin...besos!
La agenda, esa memoria auxiliar imprescindible. Parece una mañana de resaca al despertar con un desconocido, o de un conocido que de pronto se ha convertido en un extraño. Un beso, muy revelador.
Genial!!!!
ResponderEliminarQué exagerá eres, chiquilla, pero gracias de todas formas.
EliminarEs que cuando se empieza a apuntar en una agenda lo que le tienes que decir...
ResponderEliminarPues sí, mal pintan las cosas (bueno,depende de los años, claro, a ciertas edades ya no hay más remedio).
EliminarUff..., está sí que es una situación extrema.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Elisa.
Puede ser extrema, pero también cotidiana. Un abrazo, Mónica, lo haré también por correo, pero te felicito por tu nuevo "estado" disfrútalo con felicidad.
EliminarNunca es tarde para "despertar"...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Tú siempre positiva, Rosa, nunca es tarde, por supuesto.
EliminarCon ese silencio, ese irse, ya dijo mucho.
ResponderEliminarTemo que tal vez el otro ni se percató. Total, qué más da. Ahora ella ya no se acuerda. Mejor así. Sin duda.
Pues sí, sí que dijo, el silencio también habla, y las ausencias. Un saludo, Xesc.
EliminarTengo que decirte algo...quizás haya otros microrrelatos de tu serie "Tengo que decirte..." que me gusten más, pero en este debo alabar el título, una pieza más, indivisible, del propio micro.
ResponderEliminarUn saludo
Sí, Alex, yo también prefiero los otros, tienes razón.
EliminarGRANDE. Buen dibujo de las trampas de la memoria, y no me acuerdo que más iba a decir.
ResponderEliminarSi lo hubieras apuntado en la agenda... Besos, Carlos, y gracias.
EliminarEspero que despertemos todos pronto y nos larguemos, no sólo de al lado del que no nos ama, sino también del que nos oprime...¿y por qué habré dicho yo esto? en fin...besos!
ResponderEliminarEsas cosas ocurren más de lo que se piensa...menos mal que no siempre se dicen.
ResponderEliminarBesos.
realmente tenía una frase preciosa para decirte sobre tu micro tan revelador pero... ya no me acuerdo.
ResponderEliminarBesitos
La agenda, esa memoria auxiliar imprescindible. Parece una mañana de resaca al despertar con un desconocido, o de un conocido que de pronto se ha convertido en un extraño. Un beso, muy revelador.
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