Collage de Carmen Rapallo |
—Este gordo ocupa demasiado sitio —insinuó el de la cicatriz en la mejilla—, en su lugar cabrían siete de los nuestros. El capitán, garfio en ristre, arrojaba por la borda a cuantos pretendían desbancarme. —Son jóvenes y fuertes —me explicó caballerosamente—, tienen más posibilidades de llegar a nado. No tardaron en ser pasto de los tiburones. Los ocupantes del bote, por el contrario, alcanzamos la isla sanos y salvos. Ahora el capitán acaba de enviar a sus hombres por leña. —Para la cena —ha dicho guiñándonos un ojo. Sin duda es hombre de recursos; aún así, no logro imaginar qué es lo que piensa darnos de comer.
Pobres gordos. A través del tiempo se ha venido equiparando ser gordo , con ser cómico.
ResponderEliminarY a éste encima se le agrega la etiqueta de pendejo.
Tremendo.
ResponderEliminarMe quedo mudo para que el tipo del garfio no repare en mi y le de por lanzarme por la borda o hacerme a la brasa, según le convenga.
Susurrando me despido y te felicito por el micro.
Saludos
Pobre iluso, qué pensará que va a comer? Por qué piensa que lo ha salvado en vez de a siete hombres? Hay gente que se hace pocas preguntas y luego acaban como acaban...
ResponderEliminarYo, de toda la vida he sido un preguntón.
Un abrazo, Elisa
¡Ay, ay! que me temo que en que va a consistir el menú.
ResponderEliminarMe parece muy divertido este micro.
Besitos
El gordo peca de ingenuo. Lo estoy viendo venir. Muy divertido. Un beso.
ResponderEliminarPobre gordito... Un micro de humor negro cada tanto viene bien. ¡Qué buena dupla que hacen tía y sobrina! Carmen es muy buena ilustradora. Abrazos a las dos.
ResponderEliminarJeje, he tenido que leerle dos veces, no me acababa de cuadrar. Ingenioso, irónico, macabro y hace pensar. Micro de los buenos. Me ha divertido.
ResponderEliminarespero que el tipo con sobrepeso caiga en la cuenta por fin y (justicia poética) cuando lo rescaten al final pese cien kilos más.
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