Gustav Klimt, La esperanza I |
Bajo el repiqueteo de la lluvia, la joven disimula las lágrimas y se acaricia el vientre. Solo encuentra consuelo imaginando a su hijo: tendrá el cabello ensortijado y la sonrisa de su amante, el hermoso esclavo nubio que no logró introducirse a bordo y flota ahora, un cadáver hinchado más, en el mar hediondo que rodea la embarcación.
A escondidas, entre la muchedumbre de animales, otras dos mujeres acunan su incipiente preñez. La de Cam llora a un joven comerciante de tez amarilla y ojos oblicuos; la de Jafet, a un rubio mercenario de azul mirada fiera.
Nuestro orígenes no siempre son certeros y sino que se lo pregunten a los hijos de Noé. Buen micro de incertidumbres para unos y de esperanza para otros.
ResponderEliminarUn abrazo,
Qué actual puede resultar a veces la Biblia. Saludos admirados.
ResponderEliminarExcelente micro de mestizajes. Zarandeo a la historia para poner el cielo abajo, el suelo arriba, eso que se te da tan bien. Un beso.
ResponderEliminarMe gusta tu versión de la Historia Sagrada, concretamente el episodio del diluvio universal.
ResponderEliminarGracias a las infieles esposas de los hijos de Noé, sobrevivieron las distintas razas que hoy pueblan la Tierra.
¡Qué genialidad!
Un abrazo.
Precioso, precioso, y ya sé que no es un comentario muy allá, pero es lo que me parece este micro. Has conseguido con tus palabras imágenes de una profunda belleza a pesar de la tristeza de lo que cuenta.
ResponderEliminarBesitos
Estoy con Elysa. Pasar por aquí es un placer para los sentidos.
ResponderEliminarAbrazos.
Muy buena revisión de la historia sagrada, auqnue parece que no era tan sagrada, ¿no?
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Válgame Dios. ¿No se coló ninguno moreno?
ResponderEliminar¿De dónde carajo he salido yo, pues?
Dos fotos. La primera un gran angular pero que centra la escena. La segunda un zoom, el detalle que explica la escena pero que abre espectativas.
Maravilloso. Felicidades.
Gracias, Esperanza, los niños siempre la traen, la esperanza, digo, con ellos.
ResponderEliminarUn abrazo, Sibreve, un placer verte por aquí.
MJ, Susana, Elysa, como ya le he dicho a Sibreve, el placer es para mí, de vengáis a leerme.
Ernesto, la Biblia será sagrada, pero está llena de las mayores tropelías. Esta de la infidelidad de las nueras de Noé es peccata minuta. :-)
Xesc, que los nubios son morenos, ya sabes de dónde vienes. Creo que es la primera vez que te veo por aquí. Bienvenido.