28 mar 2010

No quedaban libros...

Jack

No quedaban libros, ni tabaco, ni una miserable pinta de cerveza. Cogí el cuchillo y salí a merodear. No tuve más remedio que convertirme en protagonista.

Sin barreras

No quedaban libros que los encerraran. Long John Silver, Sauron, el lobo y sus compinches quedaron en libertad y sembraron de terror el sueño de los niños.


Una editorial de cuyo nombre no quiero acordarme convocó hace poco un concurso de microrrelatos con un sistema para elegir a los ganadores que fue contestado por muchos minificcionistas, tanto en sus blogs como en los comentarios en el blog del concurso. Para ahorrar trabajo al jurado, que es muy fatigoso leer, éste tuvo que decidir tan sólo entre los veinte textitos más votados por los lectores. Como nadie puede, por amor al arte, leerse más de ocho mil microrrelatos (teniendo en cuenta además que había que ir cargando página tras página, pues aparecían de veinticinco en veinticinco) y valorarlos justamente, esta idea aparentemente democrática y participativa se convirtió en una invitación a la búsqueda de votos en distintas redes sociales. No creo que este disparate fuese un error por parte de los convocantes, sino una forma de conseguir visitas a su web y, por tanto, publicidad gratuita (aunque tal vez se haya producido cierto efecto rebote, pues al menos a mí, aunque la gente piense que, total, una frasecita se escribe en un plis plas, el asunto me pareció una grave falta de respeto a los participantes). Y como no sé qué otra cosa hacer con dos hiperbreves que empiezan, como era prescriptivo, con No quedaban libros y que recibieron dos votos cada uno, los he publicado aquí, para que los pobres reciban algún cariño, que falta les hace.

19 comentarios:

  1. el primero me gustó mucho. Tiene ese toque particular de microrrelato que me agrada.

    ResponderEliminar
  2. También a mí me gusta más el primero. Pero cariños a ambos.

    Yo no quise participar en ese concurso porque ya he escarmentado de tan ridículo sistema de valoración.

    ResponderEliminar
  3. Creo que es el sentido de la oportunidad el que jugó un gran papel en lo que comentas. No se le debe imputar al internet su alcance ni a los usuarios el buen uso del mismo. Es cierto, las minorías quedan atrás. Pero ¿alguna vez ha sido distinto?

    ResponderEliminar
  4. Pues, Elisa, aquí recibirán el cariño -y los votos- que se merecen. El primer texto, coincidiendo con Daniel y Pedro, me ha gustado mucho; creo que es un micro para, al menos, una mención. El segundo, bienvenido sea, también tiene lo suyo.

    Con respecto al concurso que mencionas, no dudo que sea como señalas, una forma de publicidad, y de no ser así, una tremenda metida de pata. He visto en otras webs, algún que otro concurso con voto popular y siempre se desvirtúan. Si se quiere abrir la participación, lo que en primera instancia me parece loable, deben habilitarse los comentarios o un premio simbólico del público, pero suprimir el jurado, o darle a consideración a éste los textos más votados, es una fantochada. Lástima que una editorial tan prestigiosa como ésa cometa tal ¿error?

    Pero, si ha servido para que tú -y de seguro algunos otros microrrelatistas- hayan escrito hiperbreves de tal nivel, la cosa se compensa, ¿no?

    Saludos funambulescos.

    ResponderEliminar
  5. Gracias, Pedro, Gabriel y Daniel por los cariños, con eso mis relatillos están ya locos de contentos. Además tengo que reconocer que el microrrelato que ganó me gusta, de los finalistas ni me acuerdo, aunque sí sé que fueron muy criticados.
    Diëstoiche, no entiendo muy bien qué quieres decir, yo no le echo la culpa a Internet ni a sus usuarios, que hicieron muy bien, si tenían tiempo y ganas, en buscar apoyos, sino a los que decidieron el sistema de votación.

    ResponderEliminar
  6. A mí los concurso de internet me dan mucha rabia, porque el sistema de votación no hace justicia a quienes concursan. Una persona con más recursos o conocimientos de internet o tiempo libre o contactos o yo qué sé consigue más votos independientemente de la calidad de su relato...

    Coincido en que el primer micro es genial, me ha encantado!
    Un beso!

    ResponderEliminar
  7. Leí lo del concurso en otro blog y, verdaderamente, me parece que este formato no es el más indicado. Por un sistema similar se fue chiquilicuatre a Eurovisión.

    Mi voto va para el segundo "Sin barreras".

    Aquí dejo mi contribución huérfana. No me atreví a publicarla en el marasmo del concurso. Creo que estará mejor en el regazo de tu blog.

    No quedaban libros. Los lectores los habían deglutido con ansias caníbales de alimentar su intelecto y su fantasía.

    ResponderEliminar
  8. Un beso, Virginia, gracias por tu voto.

    Lu, ¿me das permiso para publicarlo en una entrada, como se merece?

    ResponderEliminar
  9. El primero es buenísimo.

    Increíble lo de ese concurso, pero claro no se podía esperar otra cosa que sólo premia los "amigos" y "contactos" de uno.

    Un saludo indio

    ResponderEliminar
  10. Elisa, tú eres la maga de los hiperbreves. Detrás de tus creaciones se adivina un estilo propio, una voluntad de estilo. Mi aportación es una primera tentativa. Lo dejo a tu consideración.

    ResponderEliminar
  11. Gracias a Daniel Sánchez llegué aquí, Elisa. Si me lo permites, te incluiré entre mis contactos.

    ResponderEliminar
  12. Me encantará que me incluyas, Esteban, yo también pasaré a leerte.

    ResponderEliminar
  13. Y ahora que visito tu blog veo que eres el autor de "Héroe", mi hiperbreve favorito del concurso de rdeditores, con lo que me gustó esa mini...

    ResponderEliminar
  14. Felicitaciones Elisa, por tu blog renovado y por tu entrevista en lo de Daniel. Como siempre, es un gusto leerte. Un beso

    ResponderEliminar
  15. Gracias, Martín, el gusto es mío de verte por aquí.

    ResponderEliminar
  16. Este microrrelato es del estilo de mis preferidos, lo encuentro bien escrito, ocurrente y original

    ResponderEliminar
  17. Gracias, presi, tu opinión es importante para mí. Un beso y hasta pronto.

    ResponderEliminar
  18. Elisa, me parece que cada cuento vive por sì mismo; me gustan ambos. Desde luego, a veces hay que leer un poco para entender su significado.
    Un afectuoso saludo para ti y tus minis.

    ResponderEliminar
  19. Gracias, José Manuel, por tus palabras.

    ResponderEliminar

¡Gracias por comentar!