El premio Algazara es una convocatoria de la editorial Hipálage que tiene el objetivo de publicar un libro de microrrelatos que reúna un conjunto de voces alegres. Y en ese condicionamiento radica su dificultad, porque, no sé si por su propia esencia o por ser uno de los géneros que mejor se adaptan a esta época cínica y desesperanzada que se ha dado en llamar posmodernidad, en los microrrelatos no abunda la "temática vital, optimista y entusiasta" que se solicita, y si no que se lo pregunten a sus personajes, cuya perra vida ha sido magníficamente descrita por Raúl Sánchez Quiles.
Yo también piqué, y aunque me costó, encontré un relatito con final feliz que ha sido seleccionado junto a otros 327 para formar parte del libro Cuentos alígeros, que será publicado en breve. A mi otro yo truculento no le convence demasiado, pero ver mi texto en papel impreso entre gente como No comments, Daniel Sánchez Bonet y mi amigo y compañero Matías Ramón González Díaz no deja de hacerme ilusión.
Socorrista
Mi madre siempre me dice que me ahogo en un vaso de agua y hoy, sentado frente a ti, para echar ese valor que me falta, a punto estuve de ahogarme en uno de ginebra tres veces rellenado. Allí seguiría, entre diminutos y cúbicos icebergs casi derretidos, si no te hubieses decidido a tomar impulso en el borde de vidrio circular, si no te hubieses arrojado hasta el fondo con un salto elástico y elegante, si no me hubieses agarrado con un brazo, arrastrándome con el otro hasta la superficie -¿cómo puede tener tanta fuerza tu cuerpo delicado?-, si no me hubieses devuelto el aliento perdido con el boca a boca suave de tu beso. Te llamo mañana, que ahora no estás para nada, tonto, me dijiste al dejarme ante el portal de mi casa. Y no se te vuelva a ocurrir hundirte, ni en agua ni en ginebra, añadiste con una semiburlona sonrisa.
Enhorabuena Elisa por la inclusión de tu microrrelato en la antología de Hipalage, me gustó mucho, la espresión es exquisita y la el argumento muy dulce y tierno. Que me llegó.
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog.
Un abrazo
Enhorabuena, que razón tienes, nuestros personajes las pasan canutas y es dificil ver microrrelatos en los que abunde el optimismo.
ResponderEliminarTe invito a pasarte por mi Blog: Relatos Encallados yo no conocía el tuyo pero me pasaré a leerte...
Saludos.
Enhorabuena, Elisa!!
ResponderEliminarEs un relato precioso, tan tierno... :)
¡Felicidades Elisa! Muy bonito micro.
ResponderEliminarSaludos.
Isabel, Gotzon, gracias por la enhorabuena y por la visita, yo también me pasaré a leeros.
ResponderEliminarVirginia, Gabriel, a vosotros, además, os agradezco la reincidencia.
Un cariñoso saludo a los cuatro.
Descubrí esta nueva aventura que has emprendido hace ocho o diez días, los suficientes para no haberte podido decir nada en vivo. Y llevo todo ese tiempo queriendo dejarte algun comentario, pero ya sabes...la pereza.
ResponderEliminarPero encontrar hoy esta pequeña maravilla, justamente premiada, me ha hecho vencer la desidia. Me ha encantado (aunque a la lady no le guste tanto)y figura ya entre mis favoritos junto a "fieramente humano" y a "mi" hermana Consuelo.
¿Qué más? Que enhorabuena, que suerte y que gracias por tus relatos.Tanta actividad, merecedora de nuestra admiración y envidia(sana), me trae a la cabeza un poema de tu querida Concha Méndez que no me resisto a dejarte:
No quiero descansar un solo instante,
quiero vértigo ser a todas horas,
que ya vendrá después el largo sueño,
el reposar de piedra entre la sombra.
Quiero ser, renacer, mientras que aliente,
crear y recrear y recrearme,
y dejar una estela de mi vida
que no pueda acabarse con mi sangre
(Creo que has salido ganando."De cuerpo presente" no suelo hablar tanto)
Después del emocionante poema de Concha Méndez no sé qué decir, tendré que enmarcarlo junto al otro que tú ya sabes. Tener lectores como tú es la mayor satisfacción para una aprendiza de escritora. Y gracias por comentar, me hace mucha ilusión que no todos los comentaristas sean virtuales, sino que también los haya de esos con los que se puede compartir un paseo por el campo, una buena comida y unas cuantas cervecitas.
ResponderEliminarEnhorabuena Elisa, el placer es mío por coincidir en esta antología de micros "optimistas".
ResponderEliminarUn saludo indio
Gracias, No Comments, un saludo sevillano. :)
ResponderEliminarMis felicitaciones, Elisa. Imagino la ilusión que te hace.
ResponderEliminarHola, Elisa. ¡Qué alegría! Estaba navegando, mas bien naufragando, por la red y he llegado hasta tu cálida isla, (parece que el título del relato no se debe al azar). A mí también me hace mucha ilusión saber que voy a compartir un trocito de papel contigo. Tu relato me encanta, alegre y vitalista como una de esas sonrisas con las que nos premias cada mañana. Por cierto, Fieramente humano... buenísimo. Un abrazo.
ResponderEliminarLu, gracias, sí que me hace, sí.
ResponderEliminarMatías, ¡me has descubierto! Gracias por tu cariñoso comentario. Ojalá podamos seguir compartiendo reuniones y desayunos (preferiblemente al solito) un año más. Un beso.