Susan Saelig Gallagher, El gigante egoísta, Everest, 2006 |
Una turba de padres furiosos se dirige al castillo del gigante empuñando hoces y guadañas. Wilde comprende, demasiado tarde, que los niños que visitan el jardín han crecido. Y que al escribir el cuento no pudo evitar dibujarle a uno de ellos la sonrisa turbadora de lord Alfred Douglas.
Otro micro escrito para las XI Microjustas Literarias con el tema "El gigante egoísta".
Me vas a permitir catalogar este micro como "cruel" porque pone de manifiesto mi ignorancia no sólo literaria sino de la "crónica rosa". De modo que me he tenido que leer El gigante egoísta, que reconozco no había leído, y la biografía de Oscar Wilde, que sí conocía pero "sin entrar en detalles" (vamos, que desconocía el nombre) y pese a todo creo que se me pierde algo. Besos
ResponderEliminarJe, je, bueno, pues si te ha servido para investigar, no ha sido tiempo perdido. Pero no te lo explico :-).
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