22 mar 2010

Lady López




Lady López

No era un tipo brillante, pero la ambición de su esposa y su capacidad para maniobrar en las enmarañadas telarañas del partido lograron impulsarlo hasta convertirlo en un auténtico pez gordo. Cuando la señora López consiguió un cuerpo de sirena a golpe de bisturí y el registro a su nombre de un sólido emporio inmobiliario para que la declaración de patrimonio del político no despertase sospechas, ella misma lo donó al Acuario Nacional.

Esta minificción resultó ganadora del concurso del mes de noviembre de Las historias, bitácora del escritor mexicano Alberto Chimal. En dicho concurso se proponía imaginar una historia a la que la fotografía que encabeza esta entrada sirviese de ilustración.

7 comentarios:

  1. Muy, muy bueno Elisa, la fotografía no puede ser más ilustrativa.

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  2. creo que es su narración y argumento es perfecto y más si se tiene en cuenta la imagen previa.

    Una maravilla.

    9

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  3. Jeje, muy bueno y muy imaginativo! Cuidado con las esposas de los peces gordos!! ;)

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  4. Gracias, Isabel, Daniel, Virginia, un placer veros de nuevo por aquí.

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  5. Me resulta curiosa la diferencia de criterios con respecto a este micro desde la perspectiva de Alberto y José. A mí me quedó claro desde la primera vez que lo leí que lo que dona Lady López es a su marido, que como señala Alberto "transformas una metáfora en verdad literal".
    Por eso siempre es bueno ver como funciona una mini bajo distintas circunstancias, las opiniones de Isabel, Daniel y Virginia confirman (como yo también lo creo) que la mini funciona por sí sola.


    El texto me gustó desde la primera vez que lo leí, y lo que más destaco es que puede vivir independientemente de la imagen disparadora. Cuando creamos a partir de imágenes es clave que el texto no se sostenga en ésta aunque haya nacido a partir de ella: debe romperse el cordón umbilical.

    Uf, ¡disculpa tanta cháchara!

    Saludos.

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  6. Gabriel, nada de cháchara, me encantan tus comentarios porque me ayudan a aclarar dudas (o a ver que pueden ser compartidas).
    A mí me dejó muy sorprendida la opinión de José porque aún no tenía experiencia en la Marina. Después de tres meses creo que he aprendido allí muchísimo, entre otras cosas que hay diversas lecturas de los textos y que, como es lógico, hay minificcionistas con los que tenemos más afinidad o compartimos gustos y otros que nos resultan menos interesantes y que esto puede deberse a muchas cuestiones, no solo a la calidad de sus obras. (De la misma forma que no a todos nos gustan los mismos autores, entre los consagrados, e incluso podemos detestar a algunos de primerísima línea).
    Aún así, a mí no me queda tan claro que la mini funcione sin la imagen, puesto que aquí todos los comentaristas la han leído unida a ella.
    De lo que sí me arrepiento es de haber discutido la opinión de José, aunque creo que me mantuve en unos límites discretos, porque ahora se está viendo cada cosa... La opinión de los talleristas siempre aporta luz sobre los textos y es de agradecer, aunque la verdad es que yo a esta mini la daba por baza segura, después de la selección de Alberto, y me llevé un buen chasco.
    Muchas gracias por comentar, y por comentar extensamente, más.

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  7. Hola Elisa

    Me ha encantado este breve relato, tan claro, tan directo al entresijo de la ambición, venga de donde venga.

    Está francamente bien planteado con ese lenguaje impactante del microrrelato (tan difícil de conseguir.

    Corolario: Detrás de un pez gordo, siempre hay una "encantadora" sirena.

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