5 ago 2015

Vigilante

Fotografía de Osel Villegas, en Flickr



Había elegido para el nuevo perfil la foto de una lolita delgada que fijaba en la cámara sus ojos descarados y lucía camiseta de tirantes ceñida a los pechos breves y altivos. Entró en el grupo a través de la página de un cantante que agitaba pasiones adolescentes con la intención de controlar las aficiones y amistades de su hijo pequeño. Los primeros mensajes privados la hicieron sonreír por su ingenuidad, pero pronto se enganchó a un erotismo clandestino que culminó en varias citas a ciegas. Ahora, en sus noches de insomnio, se pregunta con horror cuál de aquellos cinco amigos que no hicieron ascos a su belleza madura será el que le descubra a su retoño la auténtica identidad de "Sandy".

2 comentarios:

  1. Demoledor. Con demasiada frecuencia nos olvidamos de que el mundo real sigue imponiendo sus reglas por encima de la fantasía virtual.

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  2. Gracias, Miguel Ángel, por leer y comentar.

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