Joaquín Torres García, América invertida |
Intentamos convencerlos de que era una simple convención geográfica. No hubo manera y tuvimos que aceptar su propuesta: durante los próximos ocho milenios el Sur se colocaría encima; el Norte, debajo. Desde entonces todo son complicaciones: primero, dar la vuelta a los rótulos de los mapas; después, esta sensación de pesadez en la cabeza; por último, la tendencia a desplomarse de los objetos: los alimentos, desde sus anaqueles; las armas, desde sus panoplias; los monederos y billeteras, desde nuestros bolsillos.
Me gusta que desde el humor se muestre cierta reivindicación social.
ResponderEliminarGracias, Sandra, a mí me gusta tu lectura del micro.
EliminarMe encanta. Homenaje a Joaquín Torres García. Muchos besos desde el ahora gracias a ti norte del norte.
ResponderEliminar¿Nacho? No conocía a Joaquín Torres García, mi homenaje era a Benedetti. Gracias por descubrírmelo, cambio la imagen que elegí por una de ese artista tan sugerente.
EliminarDe nada, soy Elisa... un abrazo invertido.
EliminarEn el comentario que me dejaste la vez anterior te pregunté si eras Elisa, como no me contestaste... :-).
EliminarMuchos besos a los cuatro.
El polifacético uruguayo Joaquín Torres García, en su pintura América invertida (1943), creó con un trazo simple el imaginario de otra América posible. Aunque convivió con las vanguardias artísticas de Europa (y llegó a vivir en Europa), Joaquín siempre tuvo clara su vocación latinoamericana: “Nuestro norte es el Sur. No debe haber norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. La punta de América, desde ahora, prolongándose, señala insistentemente el Sur, nuestro norte”.
ResponderEliminarJoaquín Torres García
Me gustó. Entre la denuncia y la incitación al terraplanismo con humor.
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