En el Instituto de Biotecnología y Genética les dieron una explicación rudimentaria: “Bastará con rebuscar entre los cromosomas de ambos y seleccionar aquellos caracteres que conformen el hijo deseado”. El procedimiento resultó un éxito y ahora lucen orgullosos un retoño de cabello rubio, ojos azules, inteligencia superior, alto, fuerte y sano. Los inquieta un poco el ritmo marcial que adoptan los movimientos del bebé cada vez que oye música militar y esa mirada altiva que a veces les dirige, como si contemplara una pareja de cucarachas.
Este micro participa en la convocatoria de Acuática Un relato antes del fin del mundo.
Este micro participa en la convocatoria de Acuática Un relato antes del fin del mundo.
Ufffffff, qué miedito Elisa. Y más aún si te digo que en unos años esto no va a ser ciencia ficción...
ResponderEliminar¡Gracias por participar!
El día que pase eso (que pasará) sí que estaremos realmente cerca del fin del mundo... :S
ResponderEliminar¡CADFDM leído!
Es lo que tiene la perfección...
ResponderEliminarBesos de fin del mundo desde el aire
AYYY Esperemos que no pase! ajaj besos!
ResponderEliminarJugamos a manipular la naturaleza y así nos va... Un relato de terror para justificar los recortes en I+D, jeje...
ResponderEliminarBesos y genes
Lo mismo será necesario "un fin del mundo" real, para que esto no pase
ResponderEliminarBesicos
Un futuro aterrador, Elisa. Con niños así, de cabeza al fin del mundo. Besos
ResponderEliminarEs como dar la vuelta al calcetín de 'La Metamorfosis'... y resulta aún más inquietante.
ResponderEliminarJoder, qué miedo!!! Genial, Elisa
ResponderEliminarBesazos
Mejor no rebuscar en los propios genes, la naturaleza es muy sabia.
ResponderEliminarlo mejor de nosotros mismos, puede ser una mierda así de alta. suerte de las imperfecciones.
ResponderEliminargenial, pat.
Elisa, llegará el momento, espero no verlo, en que este relato deje de ser ciencia ficción para convertirse en realista. Las cucarachas están destinadas a reinar el mundo.
ResponderEliminarFelices fiestas.
Un abrazo.
Inquietante realidad, Elisa. Yo les diría a estos nuevos dioses: "no toques, ¿pa'qué tocas?".
ResponderEliminarUn beso.
En realidad tienes razón y el mundo empezará a acabarse cuando desaparezca el azar (y los chuletones a la brasa).
ResponderEliminarFelices vacaciones.
¡Tenía que ser tuyo, Elisa! Tan bueno como el mejor de los oportos. ¡Felices fiestas!
ResponderEliminarSon los efectos secundarios... Muy bueno
ResponderEliminarsaludillos
Allá vamos sin duda y nadie ha de castigarnos, o sí? Llegaremos a comer cucarachas?? Excelente Elisa. ¡Abrazo grande genia!
ResponderEliminarPone los pelos de punta, muy inquietante y quién sabe si no lleguerá a ser real. Muy bueno.
ResponderEliminarBesitos
Ves?, acabarán teniendo lo que se merecen. Lo malo es que él no reciba también lo suyo. Aunque si justo luego se acaba el mundo, a ver dónde va a mandar él, chulo...
ResponderEliminarUn abrazo
PD. Da miedo pensar que este micro, si que acabará siendo pura realidad.
PORDIOS, da mucho miedo que eso pueda llegar a ser realidad.
ResponderEliminarMuchos besos
Aterra de solo pensarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí también me inquietaria, la verdad, y mira que los niños rubitos me parecen una ricura con sus caritas angelicales, pero si empiezan a mover el bracito a ritmo de marcha militar...pues va a ser que no.
ResponderEliminarPatinavesca, como no tengo tu mail no he podido enviarte mi postal, pero está publicada en mi blog, lista para que la imprimas y pongas los nombres de los que más quieras en la mesa de Navidad o la de esta noche. Es mi regalo y espero que te guste mucho.
Un beso muy fuerte.
Por ahí debe andar ya ese personaje dentro los días de nuestras vidas. Espero que no llegue a sus objetivos.
ResponderEliminarUn beso, maja :-)
Muchas gracias por los comentarios y muy especiales a Marina, que organizó todo este follón. El mundo no terminó pero nosotros disfrutamos de la lectura. Feliz año post fin del mundo a todos.
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