Procedencia de la imagen |
A Primo Levi, en el 30 aniversario de su muerte
Permanecían congelados en su memoria, hoy los hundidos vienen a buscarlo. Sus piernas enflaquecidas avanzan entre la niebla helada. Ya no siente vergüenza, ha vivido para dar testimonio. Y, arrojándose al abismo de 42 años, se suma a la columna que desde Auschwitz marcha hacia el oeste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por comentar!